Déjame contarte la historia de un Rey de África, quien tenia un amigo muy cercano desde su niñez. 

El amigo tenia el hábito de catalogar cada situación de la vida ya fuera positiva o negativa,  comentando con firmeza .. 

– ¡ Esto es bueno !      

Un día el rey y su amigo estaban en una expedición de cacería  y cuando el amigo se hallaba preparando las armas para el rey,  se le disparó accidentalmente la escopeta  y le voló un dedo de la mano al rey.   Examinando la situación, el amigo comento como siempre:

 -¡ Esto es bueno ! -. A lo que el rey replicó.

– ¡ No, esto no es bueno ! – y procedió a enviar a su amigo a la cárcel. 

Un año después , el Rey mientras estaba de cacería  fue capturado por una tribu de caníbales  que lo llevaron preso a una villa indígena , allí lo ataron de manos y pies sobre una pila de madera.   Al llegar la hora de encender el fuego para cocinarlo, los caníbales se dieron cuenta que al rey le faltaba un dedo de la mano, como eran muy supersticiosos ,  nunca se comían a nadie que no estuviera completo.   De manera que soltaron al rey y lo dejaron libre.  

En el camino de regreso a casa, el Rey recordó cómo había perdido su dedo  y sintió remordimiento por el tratamiento  que le había dado a su amigo.   Así que al llegar fue de inmediato a la celda  para hablar con él.   -Tenias razón -, le dijo el Rey a su amigo  – Fue bueno que yo hubiera perdido el dedo- y procedió a contarle a su amigo lo sucedido y terminó diciéndole:

  – Lo siento mucho, discúlpame por  haberte enviado a la cárcel durante tanto tiempo, fue muy mal hecho de mi parte hacerte eso

 – No de ninguna manera , ¡Eso fue muy bueno ! Como siempre replicó el amigo.

-¿Como puedes decir que fué bueno?  -dijo el Rey intrigado,  Y continuó

– ¿Como puede ser bueno el haber enviado  a mi amigo a la cárcel durante un año ? 

 – Pues si yo no hubiera estado preso, hubiera estado contigo en la cacería y a mi sí que me habrían comido. 

 Concluyó el amigo sonriendo .


Me gusta esta pequeña historia porque refleja aspectos importantes en mi forma de ver y de vivir la vida.

Por un lado,  el optimismo,  por otro la desdramatización de las cosas viéndolas con algo de humor y por último pero no menos importante,  la confianza.

Respecto al optimismo.  La capacidad de ver lo bueno de entre lo malo,  la solución tras el problema,  la oportunidad detrás de la crisis …  no siempre resulta fácil y desde luego por desgracia no nos enseñan esto en la escuela desde pequeños.

Con frecuencia cuando estoy en mi consulta y algunas personas se encuentran atascadas en sus problemas,  en su mundo y en su situación que les atrapa;  les invito a coger un lápiz y ponérselo justo delante de la naríz para observarlo fijamente con ambos ojos.  La visión del lápiz es forzada y muy poca clara,  además el resto de lo que hay alrededor a penas se ve,  se vuelve todo borroso y distorsionado.  A continuación les pido a las personas que vayan alejando el lápiz de la nariz y continúen mirándolo pero tomando más distancia.

Lo que suele ocurrir es que la imagen cobra mayor nitidez así como todo lo que rodea,  aumenta la perspectiva,  la claridad e incluso se ven cosas que antes no se veían.
Creo que a veces nos cuesta ver lo bueno de lo que nos pasa,  quizás es cuestión de tiempo, de distancia,  de perspectiva  o sencillamente de estar preparados para ver.

Lo cierto es que siempre puedes elegir aunque te atasques con frases como “todo está mal, todo está parado,  no hay trabajo,  no sé que hacer,  no me quieren, no me llaman,  no tengo,  no puedo …”  Convierte tu debilidad en una fuerza,  como decía  Albert Ellis,  saca provecho de tu defecto y hazlo una virtud.  Así que encuentra tu oportunidad, busca lo bueno de lo aparentemente malo y dedica toda tu energia en crear constructivamente.

 

En cuanto a la desdramatización de la vida misma.  Resulta que nos metemos tan de lleno en el mundo de las emociones que nos quedamos atrapados por éstas.  Somos humanos y sentir las emociones forma parte de nuestra naturaleza pero resulta muy conveniente aprender a canalizarlas,  transcenderlas y mirar con perspectiva la realidad.

Para algunos la vida es un sueño,  para otros un juego,  una quimera,  una ilusión de nuestra mente… para los más pesimistas una lucha diaria,  un esfuerzo incesante,  hasta un sacrificio …

Edward Bach decía que la vida es un día de colegio y venimos a aprender una o dos lecciones como mucho.

Para mi, en el fondo,  nada es tan grave ni tan importante,  salvo quizás el mayor dolor que una persona puede experimentar y que es perder a un hijo.  Salvo esto  nada es tan como parece y todo tiene su parte buena y hasta cómica o divertida si sabes verlo.

Personalmente creo que venimos a este mundo a VIVIR, así que venimos a experimentar, aprender, sentir … a amar y odiar, a reir y llorar, a dar y recibir, a aprender y a olvidar, a sentir placer y dolor,  alegria y tristeza,  a nacer y a morir … ah y no puede faltar,  también venimos a Disfrutar.

Ríete un poco de ti mismo/a de vez en cuando,  ríete de “tu realidad tan tan importante” y haz un pequeño esfuerzo para mirar con más distancia.  Quizás veas con otra perspectiva las cosas.

 

Por último,  aunque no por ello menos importante,  más bien al  contrario.  Hablo mucho de ella pero insisto porque creo que hace mucha falta.   LA CONFIANZA.  Confiar en uno mismo/a,  en tu corazón que te guía por tu camino aunque tu mente y el resto de las personas se opongan;  y confiar en la vida que te cuida y te proporciona todo lo que necesitas cuando lo necesitas.

Yo tengo miedos y preocupaciones como todo el mundo.  También tengo problemas como el que más aun.  Aún así,  trato siempre de generar confianza en mi y en que la vida me cuida y me protege.  Puedes llamarlo fé,  también autosugestión,  pero lo que cierto es que soy mucho más felíz así y me va mucho mejor.

Confia en que todo tiene su razón de ser,  aunque a veces lo interpretes como algo negativo y te cueste ver lo bueno.

Confía cuando estés perdido/a,  respira hondo y mira en tu interior,  ahí encontrarás la fuerza y el valor para seguir adelante.

Confia en que algo bueno siempre sacarás de todo lo que te sucede y te aseguro que aunque tardes tiempo en verlo,  lo verás y luego te alegrarás.  Ya hay un refrán que dice,  no hay mal que por bien no venga.

Y recuerda que mañana, a no ser que te mueras hoy ( espero que no),  de nuevo el sol brillará como dice la canción de Luz Casal y tendrás un nuevo amanecer lleno de medio millón de oportunidades para vivir como tú elijas hacerlo.

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