Siempre busco el camino más fácil, natural y amable para mejorar cualquier aspecto de mi vida, empezando, por supuesto, por mi mente.

Soy fan de los audios subliminales, los utilizo conmigo misma desde hace años y, además, cada día compruebo mejor lo bien que funcionan en los demás.

Los audios subliminales contienen información por debajo del límite perceptible a nivel consciente, porque están creados para influir en el subconsciente directamente.

Órdenes y afirmaciones positivas vocalizadas como un susurro y camufladas con música instrumental de fondo son una extraordinaria forma de repogramarte fácilmente y sin esfuerzo por tu parte.

Así que no te apures si no escuchas la información. Esa es la idea. Que el consciente no perciba y, por lo tanto, no pueda rechazar ni cuestionar las afirmaciones que se repiten una y otra vez.

¿Cómo puedes utilizarlos?
Lo ideal es escucharlos a primera hora de la mañana cuando todavía se está en estado semidespierto y también por la noche, para entrar en el sueño poco después.

Otro momento donde puedes escucharlos relajadamente es en la pausa de la sobremesa si te gusta descansar un poco o dar una cabezadita.

En estos momentos de relajación la información llega más fácil y rápidamente al subconsciente.

Recuerda: la clave es la repetición, así que si estás escuchando el audio mientras caminas, te mueves en casa, cocinas o haces algo que no requiera demasiada atención, también los puedes utilizar.

Los audios subliminales pueden ayudarte a reprogramarte y lograr cambios en tu forma de pensar, sentir y actuar. Es una forma bastante asequible y relativamente eficaz en el tiempo. Ideal para las personas auditivas que les gusta escuchar y también para las que no tienen mucha voluntad o disponen de poco tiempo.

De manera natural y progresiva, con solo un par de semanas puedes ir notando los cambios y las mejoras, sin esfuerzo por tu parte.

Solo hay que hacer una cosa: escuchar los audios con auriculares al menos dos veces al día. Si son más, mejor. Descansando o mientras haces algo que no requiera tu atención.

¡Más fácil imposible! Y te aseguro que funcionan.