En la vida, a menudo nos encontramos en situaciones en las que dejamos puertas entreabiertas, ya sea de manera consciente o inconsciente.
Estas puertas pueden representar relaciones pasadas, decisiones no tomadas o experiencias que no hemos cerrado adecuadamente.
La metáfora de la puerta entreabierta sugiere que, mientras no tomemos una decisión definitiva, nos mantenemos atrapados en un estado de incertidumbre o de malestar que nos impide avanzar y abrirnos a nuevas oportunidades.
 
✅ Situaciones Comunes de Puertas Entreabiertas
👉 Relaciones Pasadas
Una de las puertas más comunes que dejamos entreabiertas son las relaciones pasadas. Aferrarnos a una relación que ya no existe puede impedirnos encontrar una nueva.
La psicóloga y autora española, Mila Cahue, en su libro *Amor del Bueno* (2012), explica que es esencial cerrar capítulos amorosos para poder abrirnos a nuevas experiencias.
Si seguimos revisitando recuerdos o manteniendo contacto constante con una ex pareja, estamos, en realidad, anclados en el pasado.
👉 Decisiones Laborales
Otra área en la que frecuentemente dejamos puertas entreabiertas es en el ámbito laboral. Puede que estemos atrapados en un trabajo o situación laboral que no nos satisface completamente pero no tomamos la decisión de buscar algo nuevo por miedo a la incertidumbre y apego a lo seguro aunque insatisfactorio.
Según el estudio de García-Alandete y otros (2014) publicado en la Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, la indecisión laboral está asociada con altos niveles de ansiedad y baja satisfacción vital. Cerrando esa puerta, tomando una decisión clara, podríamos descubrir nuevas oportunidades profesionales que nos aporten mayor realización personal y profesional.
👉 Experiencias Traumáticas
Las experiencias traumáticas también pueden ser puertas entreabiertas. No afrontar adecuadamente un trauma o seguir guardando rencor y resentimiento puede dejarnos estancados emocionalmente en el pasado.
En el contexto español, la psicóloga clínica Isabel Menéndez Benavente, en su obra *El laberinto de la felicidad* (2016), aborda cómo la falta de cierre emocional tras experiencias dolorosas puede generar un impacto negativo en nuestro bienestar general.
El proceso de sanación implica enfrentar y procesar el trauma para poder cerrar esa puerta y avanzar hacia la recuperación y la libertad.
 
✅ El Impacto negativo de mantener las Puertas Entreabiertas
Hay un dicho popular que dice “o entras o sales, pero no te quedes en medio, que estorbas”.
Mantener esas puertas a la mitad, sin abrir pero tampoco sin cerrar, no solo nos mantiene atados al pasado, sino que también consume nuestra energía mental y emocional en el presente.
La psicóloga y terapeuta española, Laura Rojas-Marcos, en su libro Somos Cambio (2020), destaca que la ambigüedad y la falta de resolución pueden llevar a un estado constante de estrés y ansiedad.
Este estado impide que podamos concentrarnos plenamente en el presente y limita nuestra capacidad de planificar y soñar con el futuro.
 
✅ Conclusión
Cerrar puertas entreabiertas quizás no es un proceso fácil, pero resulta necesario para avanzar y abrirnos a nuevas posibilidades.
Cada puerta cerrada es una oportunidad para abrir otra que nos lleve hacia un camino más satisfactorio y enriquecedor.
La vida está llena de oportunidades esperando ser descubiertas, pero para ello, debemos asegurarnos de no estar atrapados en el umbral de una puerta que podría estar cerrada desde hace tiempo.