
¿CÓMO LOGRAR LOS OBJETIVOS QUE NOS PROPUSIMOS EN SEPTIEMBRE?
Cuando era verano, dejábamos muchas cosas pendientes para Septiembre, sin embargo, este mes de transición puede pasar volando y quizás no hemos ni siquiera empezado lo que se supone que íbamos a hacer.
Si Septiembre ha terminado y aún no te has puesto con tus objetivos, tus rutinas saludables o lo que dejaste pendiente… No te apures.
A mucha gente le pasa, aunque lo más importante, es que tiene solución.

Después del verano, con el retorno a la rutina y la sensación de “volver a empezar”, es común que nos propongamos objetivos saludables similares al año nuevo: comenzar a hacer ejercicio, comer mejor, meditar, o simplemente llevar un estilo de vida más equilibrado.
Sin embargo, llega octubre y, en muchos casos, esas buenas intenciones se han quedado en el aire. Como pasa en febrero 

No hemos cumplido lo que nos propusimos y nos sentimos frustrados o desmotivados.

Hay varios factores que influyen en que nuestras metas de septiembre se queden en el camino:

En septiembre solemos estar motivados y llenos de energía, pero a veces nos planteamos metas demasiado ambiciosas.
Decidir ir al gimnasio todos los días, hacer una dieta estricta o meditar dos horas diarias puede sonar bien en teoría, pero la realidad es que nuestras agendas y niveles de energía pueden no estar alineados con estos objetivos.

Las metas sin un plan concreto a menudo se quedan en intenciones. Si no estructuramos un plan realista y adaptable, es más probable que se nos olviden o nos sintamos abrumados ante el primer obstáculo.

La motivación inicial puede ser intensa, pero a medida que pasa el tiempo, si no reforzamos nuestras razones y nos mantenemos comprometidos, esa chispa puede apagarse.

El inicio del curso, la vuelta al trabajo, compromisos inesperados… la vida cambia y es natural que nuestras prioridades también lo hagan, lo que puede desviar nuestra atención de esas metas.

Y es que nos apuntamos a tantas cosas o en nuestra cabeza parecen tan rápidas y sencillas, que llevar a la acción todo eso, resulta abrumador e imposible. Básicamente, porque hemos abarcado demasiado y la energía se ha dispersado.

Aquí tienes algunos consejos para mejorar tus hábitos de vida, mantenerlos a largo plazo y conseguir los objetivos que quieres lograr:

¿Son tus objetivos realistas? Tal vez te has exigido demasiado y eso te ha hecho abandonar.
Reduce el alcance de tus metas y asegúrate de que sean alcanzables. Por ejemplo, si te habías propuesto hacer ejercicio cinco días a la semana y no has podido, intenta empezar con tres días.
Lo importante es avanzar, aunque sea poco a poco.

En lugar de hacer grandes cambios de golpe, enfócate en incorporar pequeños hábitos. Esto puede ser tan simple como caminar 15 minutos al día, beber más agua, o meditar durante cinco minutos. Los pequeños cambios sostenidos son más efectivos y sostenibles a largo plazo.

Reserva tiempo en tu agenda para tus nuevas rutinas. Si no planificamos conscientemente, es fácil que las tareas del día a día tomen el control y nuestras metas queden en el olvido. Dedica momentos específicos del día a esos hábitos que quieres implementar.

A veces, el miedo a no cumplir con nuestras expectativas o el perfeccionismo nos lleva a abandonar. Es crucial entender que no es necesario hacerlo todo a la perfección. Si un día no puedes cumplir tu rutina, no te castigues. Lo importante es la constancia, no la perfección.

Reflexiona sobre las razones que te motivaron en septiembre a empezar. ¿Querías sentirte mejor contigo? ¿Mejorar tu salud física o mental?
¿Lograr algo en concreto?
Mantener presentes tus motivaciones más profundas puede ayudarte a reactivar la motivación cuando sientas que decae.

Hablar con amigos, familiares o un profesional sobre tus metas puede ayudarte a mantenerte en el camino. Incluso podrías buscar un compañero de ejercicio o alguien que te apoye en tus nuevos hábitos. Compartir tu progreso y tus dificultades te hará sentir más comprometido/a.
Recuerda que un Coach puede serte de gran utilidad.

No esperes a cumplir metas grandes para felicitarte. Cada pequeño paso es un avance.
Si has ido al gimnasio dos veces en una semana cuando antes no ibas, eso es un logro. Celebra esos pequeños éxitos y te sentirás más motivado para continuar.

El hecho de que aún no hayas implementado las rutinas saludables que te propusiste en septiembre no significa que hayas fallado. Sólo es parte del proceso.
Lo importante es que, en lugar de abandonar, reflexiones sobre tus obstáculos, ajustes tus metas y te comprometas de nuevo.
Con paciencia, planificación y una actitud flexible, podrás crear hábitos saludables que se mantendrán en el tiempo.
Recuerda que el cambio real se construye día a día.
No importa cuántas veces caigas, lo importante es levantarse y seguir adelante.
¡Tú puedes hacerlo! Y si necesitas acompañamiento especializado, recuerda que como Psicóloga Positiva y Coach de Vida Saludable, puedo acompañarte para que cumplas tus objetivos y mejores tu calidad de vida.