La comunicación es la base de todas nuestras relaciones. Entender cómo nos comunicamos no solo nos ayuda a expresar mejor lo que sentimos y pensamos, sino que también mejora la forma en que nos conectamos con los demás.
Paul Watzlawick, un influyente teórico de la comunicación, desarrolló cinco axiomas que nos ofrecen una visión profunda de cómo funciona la comunicación humana.
En este artículo, te contaré estos axiomas de forma sencilla que podrás aplicar a tus relaciones diarias.
1. Es imposible no comunicar
Todo comportamiento es una forma de comunicación. Incluso cuando no hablamos, estamos comunicando algo a través de nuestro lenguaje corporal, nuestras expresiones faciales o nuestro silencio.
Por ejemplo: imagina que llegas a casa después de un largo día de trabajo y un familiar te saluda. Si no le respondes y te encierras en tu habitación, estás comunicando que estás cansado/a, molesto/a, o simplemente no tienes ganas de hablar.
Por eso, sé consciente de que siempre estás comunicando algo.
Si necesitas tiempo para ti, puedes decirlo en lugar de encerrarte en silencio. Esto puede evitar malentendidos y mejorar la convivencia.
2. Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto de relación
Cada mensaje tiene dos niveles: el contenido (lo que decimos) y la relación o forma (cómo lo decimos).
Por ejemplo: si un jefe dice “necesito este informe para mañana” de manera calmada y respetuosa, se interpretará de una manera diferente a si lo dice gritando y con tono amenazante.
Sabiendo esto, presta atención no solo a las palabras que usas, sino también a tu tono de voz, gestos y expresiones faciales.
Una buena forma con la otra persona facilita una comunicación más efectiva y comprensible.
3. La naturaleza de una relación depende de la interpretación subjetiva de los comunicantes
La forma en que las personas interpretan y organizan la secuencia de eventos en una conversación puede afectar la relación entre ellas.
Cada persona puede ver la causa y el efecto de la comunicación de manera muy diferente.
Por ejemplo: en una discusión de pareja, uno puede decir “me enfado porque tú me ignoras” y el otro puede responder “te ignoro porque siempre estás enfadado/a”.
Ambos ven el comportamiento del otro como la causa de su propio comportamiento. Y no asumen que son sus propias inferencias e interpretaciones subjetivas las que están creando el conflicto.
Teniendo esto en cuenta, trata de ver las cosas desde la perspectiva de la otra persona. Reconocer que ambos pueden estar contribuyendo al problema puede ayudar a romper el ciclo de comunicación negativa y encontrar una solución conjunta y satisfactoria para todos los implicados.
4. La comunicación humana implica tanto aspectos digitales como analógicos
La comunicación digital se refiere a las palabras y su significado explícito, mientras que la comunicación analógica se refiere a los gestos, el tono de voz y el contexto.
Por ejemplo: decir “estoy bien” puede tener diferentes significados dependiendo del tono de voz y la expresión facial. Si se dice con un tono sarcástico y una expresión triste, el mensaje real es que la persona no está bien.
Por eso, no te enfoques solo en las palabras. Observa también el lenguaje corporal y el tono de voz para comprender mejor el mensaje completo. Esto es especialmente importante en la comunicación en línea, donde se pierde gran parte de la información no verbal.
5. Los intercambios comunicacionales pueden ser simétricos o complementarios
En una relación simétrica, las personas se comportan de manera similar, mientras que en una relación complementaria, las personas adoptan comportamientos diferentes pero que se complementan entre sí.
Por ejemplo: en una amistad donde ambos amigos se tratan como iguales y se apoyan mutuamente, se tiene una relación simétrica.
En cambio, en una relación profesor-alumno, la relación es complementaria, donde el profesor enseña y el alumno aprende.
Entender el tipo de relación que tienes con la otra persona puede ayudarte a comunicarte de manera más efectiva ajistandote según la simetría que tengáis. En una relación simétrica, busca la igualdad y el apoyo mutuo. En una relación complementaria, reconoce y respeta los roles que cada uno juega.
Conclusion
Estos axiomas de Watzlawick nos ayudan a entender mejor cómo nos comunicamos y cómo nuestras interacciones afectan nuestras relaciones.
Al ser conscientes de estos principios y aplicarlos en nuestra vida diaria, podemos mejorar nuestra comunicación y, por ende, nuestras relaciones con los demás.
¡Ten estos axiomas más presentes y verás la diferencia positiva en tus relaciones!